domingo, 23 de octubre de 2011

El arco iris



 


 

Hace mucho, mucho tiempo, nuestro mundo y el mundo de las hadas estaban separados por un cristal mágico. Y tal era el poder de este cristal, que sólo las hadas veían lo que pasaba al otro lado.

Pero por aquel entonces, nuestro mundo no era como lo conocemos ahora. Todo él era de un color gris opaco: las casas eran grises, la gente era gris, incluso el cielo era siempre gris... Mientras, en el país de las hadas el color brotaba por todos lados. Rojo, verde, azul, amarillo... todo era color y alegría.

Sin embargo, existía un ser, un hada joven y hermosa, que se sentía muy apenada por el mundo triste y gris en el que vivían los humanos.

Iris, que así se llamaba, lloraba amargamente por ello y soñaba con poder cruzar el cristal y poder llevar un poco de alegría al otro lado.

Siete de sus mejores amigas idearon un día un plan: con polvo mágico de sus alas construirían un puente de un mundo al otro y, así, Iris podría cumplir su sueño. Construirían un arco para Iris con los siete colores de cada una de sus alas.

Y dicho y hecho: gracias a este arco de colores, nuestra amiga traspasó el cristal mágico hasta nuestro mundo. Y tal fue su emoción, que gruesas lágrimas brotaron de sus ojos; lágrimas que, al filtrarse a través del ArcoIris, se mezclaron con el polvo mágico de las hadas y, para sorpresa de todos, llenaron de color aquel mundo gris.

Desde aquel día, cada cierto tiempo, Iris y su siete amigas recargan de color nuestro mundo.
 
 



Texto recogido de internet, no tenia nombre de autor, foto de google images.  Lo demás , la busqueda, seleccion,  copia y  dedicacion de Laura.

lunes, 10 de octubre de 2011

12 de Octubre. El día mas largo, que aún no encuentra su noche

12 de octubre









El día más largo, el día que aún no termina, el día que aún no encuentra su noche, el día de la sangre inagotable y el lamento interminable, el día en que la cruz tuvo el filo de una espada; 12 de octubre el día más largo, que aún no termina… pero somos fuertes, más de 500 años tiene este día, y todavía hay voces que gritan pero no ruegan, ¡¡ carniceros, asesinos, ladrones, siguen llegando, con sus trajes impecables, pero en sus ojos, en sus manos, en sus bocas la sangre… sangre arrebatada en este día que aún no termina, pero somos fuertes, porque todavía hay voces que gritan pero no ruegan, después de tantas humillaciones, después de tanto dolor, el cuero que cubre nuestras carnes parece adormecido, ¡¿que más podría causarme temor ?

Sólo hay una cosa que es como el ardor que causa el filo de la espada en el corazón y es cuando miramos para otro lado o nos arrimamos al cruel invasor que en otrora en nombre de la cruz nos mato y hoy con su lengua venenosa y una estrategia aún peor nos sigue matando gritando liberación. Es igual de asesino el traidor, el que nos entrega sin piedad, el que aniquila la historia verdadera, y convierte en criminales a los dueños de la tierra, y en señores a los que cuchillo en mano nos degüellan.

12 de octubre el día más largo, el día que aún no termina, el día que aún no encuentra su noche… que nuestra sangre no se agote, que nuestro coraje no termine, nuestro mbarete es como la palabra guarani, inagotable, dulce ante el dolor, resistente ante el tiempo.

Que nadie se cargue del sufrimiento hipócrita, pero que sí sienta en su corazón y mire de frente el sufrimiento de los miles de niños, ancianos, mujeres y hombres de este 12 de octubre el día más largo… el día que aún no termina, el día que aún no encuentra su noche…

                                                                                      El kunumi





SAPUKÁI PAHA

Ymaitereíma

(EL KUNUMI)








Oñehendúma kuimba’e sapukái

ojerure hína isãsóre

ava ha kamba kuéra

ojeroky tata jere

peteĩ karai Españagui

ohecha chupe rehe

opuka puka hesa mimbi reheve

oikuaa pyharévape opavave omanova’erã

pejerokýke, pejerokýke

peheka pytũme peteĩ ánga marangatu

anína penekane’õ

ava py’a osapukái

kuarahy iñapysêma

timbo, tuguy ha ysapy mante

noñehendúi sapukái… avave jeroky

omanombáma


Publicado por El Kunumi http://elkunumi-guarani.blogspot.com/2010/10/12-de-octubre-el-dia-mas-largo-que-aun.html

viernes, 7 de octubre de 2011

La lengua que hablamos

Por Mempo Giardinelli



A propósito del Museo de la Lengua recientemente inaugurado en la Biblioteca Nacional, en varias notas de diarios, revistas y radios se lo identifica como “de la lengua española”. Y es curioso, porque tal categoría es un error conceptual, además de que no es la denominación oficial que le ha dado la BN al flamante museo.



Pero este yerro ya está instalado en el imaginario nacional contemporáneo. Lo que obliga a hacer algunas precisiones, porque nosotros hablamos Castellano, no Español.



Es claro que, como se dice comúnmente, hablamos la lengua de Cervantes. Pero es también la lengua de Sor Juana y de Sarmiento, la de Borges y Cortázar, y la de Neruda, García Márquez, Rulfo y tantos y tantas más que han creado una magnífica literatura que hoy nos expresa a más de 500 millones de personas, y es, después del chino mandarín, la lengua más hablada y leída del planeta por el número de personas que la tienen como lengua materna.



El Castellano es la lengua romance que ha logrado mayor difusión en el mundo contemporáneo. Es uno de los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas; el segundo más estudiado en el mundo después del Inglés y el tercero más usado en Internet.



Pero es Castellano. No Español, como se popularizó en el mundo última y equivocadamente, y por diversas razones políticas y económicas. Entre ellas, el avance de Telefónica en América y la creación del Instituto Cervantes como avanzada política cultural de España en el mundo. Lo cual estuvo muy bien para ellos, pero limitó el término “castellano” a designar el dialecto románico nacido en el Reino de Castilla durante la Edad Media, y que se habla en esa región. Contribuyó a ello la fácil traducción del gentilicio: Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, espanhol, etc.



“El término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad”, declara ambiguamente el Diccionario Panhispánico de Dudas, en su edición de 2005. Pero entre nosotros hace ya 200 años que ese enorme lingüista que fue Andrés Bello advirtió el eje de la cuestión, al titular su obra principal, Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos. Un título perfecto.



Bello explicaba: “Se llama lengua castellana (y con menos propiedad española) la que se habla en Castilla y que con las armas y las leyes pasó a América, y es hoy el idioma común de los Estados hispanoamericanos”.



“Hoy no hay foco de conflicto con la RAE porque tiene un nivel de comprensión de las singularidades dialectales en América latina”, razona Horacio González. Lo que es cierto, pero no clausura la cuestión. De hecho, y no dudo de que HG lo comparte, el asunto está vigente entre nosotros, e incluso no termina de resolverse en España. La vigente Constitución Española de 1978, posterior a la caída del franquismo, define: “El castellano es la lengua española oficial del Estado (...) Las demás lenguas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas”.



No es dato menor que fue a partir de los ’90 que se inició la reconquista de la América latina por algunas grandes casas editoriales de España, que se transnacionalizaron comprando empresas locales, de México a Buenos Aires.



Nuestra lengua viene de la península, desde ya, pero se ha enriquecido y complejizado con muchísimos aportes propios, y hoy se compone de elementos lingüísticos extraeuropeos que merecen estudio y reconocimiento y la hacen otra, una y múltiple. El Castellano Americano que nos identifica y hermana políticamente recoge tradiciones propias y enlaza parentescos nacidos de esta tierra prodigiosa a la que vinieron millones de extranjeros para asimilarse y enriquecer su carácter, creando una cultura latinoamericana que necesariamente es un fruto plural y que tiene expresiones peculiares y su propia y riquísima tradición literaria. Y así es leída en todo el continente, porque ha sido y es escrita en el Castellano de América.



Hace poco, en la Universidad Federal de Niterói, en Brasil, me tocó inaugurar el 14º Congreso de Hispanistas de ese país, donde nuestro idioma está adquiriendo un notable desarrollo gracias a políticas públicas que advierten la importancia de la lengua que los rodea en todo el continente y que expresa a casi 40 millones de latinoamericanos de todos los países (excepto Chile) con los que Brasil tiene fronteras. Y allí observé el mismo fenómeno: la cuasi imposición de la denominación Español para una lengua –la nuestra– que en realidad es el Castellano Americano que se habla, escribe y lee en Nuestra América.



El asunto no es nuevo. En tiempos de Perón, por cierto, se estudiaba “Lenguaje Nacional”. Y cuando yo era chico estudiábamos “Castellano” de primero, segundo y tercer año; y luego, en cuarto y quinto, Literatura Universal e Hispanoamericana. Hoy se impuso una deslavada e imprecisa “Lengua” mientras se populariza la creencia de que hablamos “Español”.



La importancia del idioma en la formación de una identidad, así como la propiedad, el uso coloquial y la enseñanza de la Literatura no son asuntos menores ni superfluos. Ya Don Juan Filloy lo subrayaba en los albores de la democracia, cuando resaltaba la pobreza coloquial de los argentinos, que usaban poco más de mil vocablos de una lengua que tenía entonces 73.000.



Un cuarto de siglo después las cosas no han mejorado. Hoy, con los aportes de todas las academias correspondientes de la América hispana, nuestro idioma supera los 90.000 vocablos, pero sigue siendo urgente detener la pobreza lexical, la pauperización expresiva y la extranjerización agresiva y aculturizante de nuestro pueblo. Y si ni siquiera sabemos el nombre correcto de la lengua que hablamos, la cosa es más grave aún.



fecha de consulta 07/10/2011


Mempo Giardinelli nació en Resistencia, Chaco en 1947. Es escritor y periodista. Es autor de novelas, libros de cuentos y ensayos, y escribe regularmente en diarios y revistas de la Argentina y otros países. Ha publicado artículos, ensayos y cuentos en medios de comunicación de casi todo el mundo.

Su obra ha sido traducida a veinte idiomas y ha recibido numerosos galardones literarios en todo el mundo

Se exilió en México durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983) regresando al país durante el gobierno democrático. En 1986 fundó la revista literaria Puro Cuento, que dirigió hasta 1992.

En 1996 donó su biblioteca personal de 10.000 volúmenes para la creación de la fundación que lleva su nombre en su ciudad natal, Resistencia. Esta fundación está dedicada al fomento del libro y la lectura y a la docencia e investigación en pedagogía de la lectura, y ha creado y sostiene diversos programas culturales, educativos y solidarios.

(fuente: Wikipedia)